Qq:. Hh:. Ttod:., a últimas
fechas, dado el cúmulo de vivencias y los tiempos de introspección correlativos
al invierno, he estado considerando cuáles son las principales razones del
origen de nuestra pobreza, antidemocracia y desigualdad colectiva. Las causas
triviales suelen ser dirigidas hacia la inseguridad, la corrupción
gubernamental, la partidocracia, nuestra pereza, nuestra ignorancia, nuestra
ambición, etcétera.
Sin embargo, salir a las calles,
mirar las paredes de los edificios públicos, enterarse de que las personas se
pueden morir en la fila de un banco sin que nadie se conmisere del enfermo en
aras de realizar el trámite, prontamente ha hecho que cobre fuerza en mi
percepción que el descuido es lo que ha sumido a nuestra patria en este estado
de cosas. Descuidamos nuestras pertenencias, olvidamos nuestro cuerpo, nos
desentendemos de nuestras calles, abandonamos nuestra soberanía en manos de
unos cuantos, dejamos a los más vulnerados a su suerte, etcétera. ¿Por qué
ese sistemático olvido de todo? ¿Por qué
dejar de cuidar? ¿Por qué esa pérdida de valoración de lo que tenemos, de lo
que nos rodea?
Es importante señalar que
descuidar es abandonar o desatender a alguien o a alguna obligación,
distraerse, liberar o liberarse de un cuidado o de alguna obligación,
desentenderse de ello. Es también marginar, procrastinar, postergar, omitir,
orillar, distraerse, dormirse, olvidarse, despreocuparse, desaliñarse, desgobernarse,
despreocuparse, perderse, segregar y muchas otras palabras más. El acto
contrario, es precisamente el cuidar. Atender, el ayudar, entender, coadyuvar,
vigilar, escuchar, trabajar, acercar, procurar,
preocupar, amar son expresiones del cuidado. Es alejarnos de la
negligencia, descuido, omisión, falta de aplicación o diligencia, dejando de
tener indiferencia por el acto que se realiza, forma pasiva de la imprudencia
que comprende el olvido de las precauciones impuestas por la prudencia, cuya
observación hubiera prevenido el daño. A su vez, la imprudencia es realizar un acto con ligereza, sin las adecuadas
precauciones, sin templanza o moderación.
O también, la conducta contraria a la que el buen sentido aconseja, emprender
actos inusitados fuera de lo corriente, hacer más de lo debido, asumir una
conducta peligrosa.
Por ello mis Qq:. Hh:., asumir
una posición de cuidado genuino es el la meta final y el proceso, porque resolver,
sembrar, criar, cosechar, son el principio y el fin de muchas de nuestras
actividades más trascendentes. La clave está en poner cuidado en todo momento a
los detalles infinitésimos, a anticipar errores, a definir y caracterizar
etapas, a prever riesgos, a avanzar siempre con prudencia y determinación.
Cuidar
es abandonar la sensación de ser inteligente, de lograr alcanzar resultados a
través de nuestra experiencia o de nuestra retórica, de la fuerza bruta y poner
más atención en la sutil sucesión de infinitésimas acciones que nos acercan al
resultado. Por ello, como Log:. tenemos que asumir un autocuidado individual y
un autocuidado colectivo. Es decir,
tener más cuidado con lo que a nosotros verdaderamente nos importa. Que sea el
cuidado mi mejor propósito para todos
Vvos:. para este 2012, en donde espero que el cambio de Era se brinde para
todos en armonía y proporción a nuestros buenos oficios.
Fraternalmente,
Or:. de Morelia, Michoacán de Ocampo, a 07 de enero de 2012, E:.V:.
Frat:.
MDP
¡Es cuanto!
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