domingo, 25 de noviembre de 2012

Asumiendo la Adversidad




“Carpe diem quam minimum credula postero (aprovecha/apodérate del día, no confíes en mañana)"
Horacio en sus “Odas”

Mis Qq:. Hh:. Ttod:., en este Traz:. estoy retomando el mismo tema de la Ten:. pasada: el de asumir  en nuestra nación la jurásica prevalencia, en el sentido de que tenemos que ser más eficientes y  resilientes que nunca, porque no podemos tener certidumbre plena de que el gobierno de nuestra nación nos vaya a ofrecer las mejores condiciones para nuestro desarrollo integral y el de nuestros seres queridos.

Creo firmemente que la Mas:. nos provee de los mejores elementos para alcanzar el desarrollo de nuestras potencialidades humanas;  sin embargo, la vigesimal cercanía de nuestra Aug:. Y H:. Inst:.  con el Partido Revolucionario Institucional, así como con la nefasta costumbre de contemplar a ambas entidades como enormes agencias de colocaciones cuyos resultados se observan mejor cuando la militancia partidista y afiliación masónica se dan en la misma persona contribuyeron a una enorme decrepitud que permeó a nuestra sociedad. Nada más equivocado que creer que la mera filiación transforma al ser humano, salvo desde la óptica de los ambiciosos y fementidos, de los cobardes que temen tanto ó más al trabajo, al estudio, al orden y a la disciplina personal que a la misma muerte.

Recordemos que las virtudes inherentes a la virilidad son causales de la generación desde la perspectiva de la mónita del grado, por lo que deberemos de configurar las mejores condiciones para nuestro desarrollo, no esperar a que un ser supremo las cree ex profeso para nosotros. Así es como el ser humano despierta, trabajando con la  duda filosófica en nuestro espíritu de auténticos iniciados, yendo al fondo de la caverna de nuestra conciencia una y otra vez, para tocar con el dedo la esclavitud en que estamos viviendo, a pesar de  la trayectoria masónica que podamos acumular, pero que nunca será suficiente para terminar de despertar en nuestros corazones el sentimiento de nuestra propia dignidad, como para poder aprehender y estudiar la verdad, con plena libertad de preocupaciones. En la historia universal nos damos cuenta de que no existen libertades suficientes para el estudio de la verdad en el mundo profano, sino que debemos de aprender a ponernos a cubierto; que para ello deberemos siempre mantener nuestra dignidad en alto, pero siempre a cubierto de nuestras pasiones más oscuras, es decir, todas aquellas que consideren que es muy pequeño lo que nos rodea para nuestros merecimientos y talentos, en franco solazamiento de la pereza con la soberbia, o aquellas que consideran que el ser humano debe ser capaz de realizar cualquier acción para alcanzar un objetivo falso sin importar traicionar a su propia conciencia.

El estudio  sistemático y vivencial de la filosofía y en particular de la moral que se realiza en este Gr:. nos permite estar vacunados ante la toxicidad del mundo profano y de nuestro interior, para evitar ser enganchados por el oropel y los impulsos de nuestra visceralidad, aprendiendo a buscar la verdad con todo nuestro ser.

Hacer más en el día a día, ser más eficientes, aun estando inmersos  entre las circunstancias actuales implica necesariamente acción colectiva, planeación y una enorme eficiencia en la utilización de los recursos invertidos en un marco de elevación de nuestros esfuerzos a la G:. del G:.A:.D:.U:.
En el Traz:. anterior señalé  la enorme necesidad de actuar de mejor manera;  de asumir las situaciones políticas y económicas que sobrevendrán debido al regreso del PRI al poder. En particular, en esta ciudad capital, tendremos totalmente alineada su operatividad, por lo que seremos un laboratorio durante los próximos dos o tres años de las capacidades, potencialidades y verdaderas intenciones del partido en el poder.

Sin embargo, a nivel personal, ante la incertidumbre, sólo queda ser parte fundamental de un movimiento generacional de esfuerzo y constancia, requerimos esforzarnos en estudiar más, en comprender mejor los resultados y entender que lo jactancioso de nuestra bonanza, de nuestros logros individuales no debe de servir como acicate.

No podemos permitir confiarnos, menos que nunca. Ahora más que nunca requiere la nación de ciudadanos auténticamente íntegros, con una congruencia a prueba de dádivas, balas, tentaciones y pulsiones.

Es el momento de que verdaderamente seamos los héroes anónimos de nuestro futuro, que sin buscar gloria y honores realicemos la labor que millones de personas la evadieron, por considerarla penosa o indigna de sus credenciales. Hoy ya no podemos confiar en que el mundo exterior es el más óptimo y presenta las mejores oportunidades para nuestro desarrollo, tenemos que asumir como incierta hasta la posibilidad de inconformarnos de manera burda, simplona o frontal. Hay que aprender de los grupos fácticos, los que trabajan y operan exitosamente hasta con los peores enemigos ideológicos. No es fácil señalarlo, pero ser oposición por el simple hecho de así considerarnos ó definirnos por pose, no nos llevará a nada. Estoy plenamente convencido de que la verdadera revolución se construirá cuando una cantidad suficiente de hombres libres mexicanos realicen trabajos elevados a la gloria del G:.A:.D:.U:. durante 365 días al año al menos dieciséis horas al día.

En nosotros está seguir dispendiando nuestros recursos o instaurar austeridad partisana en nuestros hogares, en nuestras vidas, ser más productivos, eficientes, reflexivos y prepararnos para lo que sobrevendrá, en donde se requerirán verdaderos guerreros que con la espada de su conciencia destierren a los enemigos de nuestra nación y del género humano.

Hagamos más con menos, forcemos nuestras capacidades en este invierno político mexicano para poder sembrar la semilla de quienes deseamos ser en un futuro próximo.

Or:. de Morelia, Michoacán, a 14 de julio de 2012, E:. V:.
Frat:.

MDP
¡Es Cuanto!

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