miércoles, 16 de julio de 2025

 

 

A.∙. L.∙. G.∙. D.∙. G.∙. A.∙. D.∙. U.∙.

R.∙. L.∙. S.∙.  “Melchor Ocampo 38” No. 17

Jurisd.∙.  a la M.∙. R.∙. G.∙. L.∙. M.∙.  “Lázaro Cárdenas” del R.∙.  E.∙.  A.∙.  y A.∙.

S.∙. F.∙. U.∙.

V.∙. M.∙.  

Vv.∙.  Hh.∙.  Pr.∙., Vig.∙.

Vv.∙.  Hh.∙.  Ppastm.∙.

Vv.∙. y Qq.∙. Hh.∙. Vvisit.∙.

Qq.∙. Hh.∙.  Ttod.∙.                 

El Poder de la Palabra.

“Es hablándonos y no matándonos como habremos de entendernos”

Melchor Ocampo

(1814 – 1861)

 

En la Mas.∙. del R.∙.E.∙.A.∙. y A.∙., en las Ppal.∙. reside una clave, una vibración y una fuerza. Decir es crear y callar también es una forma de acción.  En Michoacán, bajo la Jurisd.∙. de la M.∙.  R.∙.  G.∙.  L.∙.  M.∙.  “Lázaro Cárdenas” y, bajo la influencia del Supr.∙. Cons.∙. de México, la Pal.∙. sigue siendo considerada como una herramienta de trabajo moral, espiritual y social.

Desde el Pr.∙. Gr.∙., el Apr.∙. Mas.∙. es instruido en el arte de hablar con prudencia, de callar con sabiduría y de escuchar con humildad.

La iniciación Mas.∙. en el R.∙. E.∙. A.∙. y A.∙. comienza con un viaje simbólico del silencio hacia la Pal.∙. El Apr.∙. entra en Log.∙. con los ojos vendados, sin derecho aún a la voz, y sólo tras ser recibido puede pronunciar con sentido la Pr.∙. Pal.∙. ritual.

Al respecto, la Pal.∙. Sag.∙. es un símbolo al cual sólo el trabajo digno y perseverante permite aproximarse a su sentido. Esto constituye una directriz moral: la Pal.∙. no se posee, se merece y conforme uno se adentra en ella comprendemos por qué en ella reside la fuerza del Apr.∙.

 

La búsqueda de los sentidos últimos de la Pal.∙. Sagr.∙. constituye un propósito teleológico de la Inic.∙. misma, la cual forma parte del núcleo doctrinal del Esc.∙. Pensemos en la ignorancia en que nos encontramos al llegar a tocar a la puerta, como la pérdida del conocimiento originario, de la comunión con lo divino, de la unidad con la Verdad. El Apr.∙., por tanto, es un buscador de esa Pal.∙.

Es notable tomar en cuenta la inconmensurable valía de la Instr.∙. del silencio, ya que se nos comparte de múltiples formas que, no todo debe ser dicho, y menos por o para quien aún no ha aprendido a escuchar.

Esta fórmula, tiene como propósito preparar al Inic.∙. para un uso consciente, ético y transformador de la Pal.∙. En su estructura Simb.∙., el uso de la Pal.∙. puede estratificarse en cuatro pisos: el de la Pal.∙. de Pas.∙., el de la Pal.∙. Sagr.∙., el del uso de la Pal.∙. en Ttrab .∙. y el emplearla en el mundo Prof.∙., cuatro casos que generan un invaluable testimonio externo de una intención interna.

 

De la Pal.∙., en general, sabemos que, su sola pronunciación no es suficiente; es necesario comprenderla, encarnarla, actuarla.  Por su parte, la Pal.∙. Sagr.∙. no se entrega, sino se deletrea. La Pal.∙. Sagr.∙.  no debe pronunciarse nunca fuera del recinto ritual, y aun dentro de él, sólo en la forma debida y con los Qq.∙. Hh.∙. debidamente preparados. Esta regla de naturaleza esotérica y disciplinaria señala que la Pal.∙. es poder, y por tanto, debe administrarse con templanza.

En el Simb.∙. del Gr.∙. de Apr.∙. la Pal.∙. Sagr.∙. no se posee, ni ha recuperado aún; apenas es descriptiva: “en él la F.∙.”, lo que señala que, el Inic.∙. apenas comienza su búsqueda, pero que tiene las condiciones para lograrlo. En casos en los que se usa, la Pal.∙. de Pas.∙.  le permite el ingreso y la identificación, pero no le confiere aún sabiduría. En cambio, el uso de la Pal.∙. en Ttrab.∙. Aab.∙. sí le impone un deber: el de la moderación verbal.

 

Es muy importante cuidar nuestras Ppal.∙., porque ellas son puentes o muros; cuando estamos en cuadros blancos no hablemos sino para edificar; tu lengua será martillo si no es cincel. Cuando estemos en cuadros negros, cuidemos con suma meticulosidad usar las Ppal.∙. adecuadas para desbastar, para desfondar lo que no sirve, lo que es aparente, vacuo o simulador, lo que se ha herrumbrado y carece ahora de valor. La ética escocesa expresa con claridad que, la Pal.∙. no es propiedad del Mas.∙., sino préstamo que debe devolver al mundo con interés moral.

 

Hablar, en el contexto Mas.∙., no es simplemente emitir sonido. Es ejecutar una acción ritual. Por eso en el R.∙. E.∙. A.∙. A.∙. se insiste tanto en la comunicación como forma de trabajo Inic.∙., como una llave de abrir portales a la expansión de la conciencia a través de nuestra percepción.

Por ello, en la Lit.∙., Los diálogos entre los Ddig.∙. y Oof.∙., las preguntas al recipiendario, las lecturas de Instr.∙., las Ccad.∙. de Uu.∙. y lo que elevamos en ellas, los Jjur.∙. y, en general, Constituciones, Estatutos y Llit.∙. están cuidadosamente redactados y estructurados para que la Pal.∙. cree un espacio sagrado y, en él, sea lámpara votiva.

 

No hay improvisación: la Pal.∙. se cincela como una P.∙. B.∙. En este sentido, todo lo que el Mas.∙. diga, dentro o fuera de la Log.∙., debe reflejar la luz que ha recibido y, si es posible, crepitar por expandirla. La Pal.∙. pública del Mas.∙. —ya sea en su vida profesional, familiar, de pareja, empresarial, académica, en la función pública, mediática o en la acción cívica— debe distinguirse por su verdad, su mesura y su carácter constructivo.

En la Ley Penal Mas.∙. se considera falta grave la divulgación, deformación o profanación de las Ppal.∙. Ssag.∙. o de Pas.∙., a la par que reseñan decenas de faltas y delitos que se cometen mediante la Pal.∙. mal pronunciada. Estos principios jurídicos refuerzan con evidencias contundentes el carácter sagrado de la comunicación ritual, que no es meramente Simb.∙., sino también penal y espiritual. De ahí que, quien habla sin sabiduría traiciona la Gran Obra; lo cual constituye síntesis doctrinal del mal uso de la Pal.∙. en el Esc.∙.

Y la vida profana nos recuerda lo que pasa con sus consecuencias; aprendemos mediante empirismo lo que implica el uso imprudente, violento, agresivo, mentiroso, fementido, simulador, intrigante, sarcástico, victimista, relativizador, invalidante, patriarcal, misógino, abusivo, insultante y muchos otros atributos más de la Pal.∙. cuando vibramos bajo. Las consecuencias pueden ser terribles: ruptura de sociedades, amistades, Llog.∙., matrimonios, familias, equipos de trabajo, cuerpos académicos, encarcelamientos y hasta la muerte misma llega por una mala comunicación.

 

Ahora bien, más allá del ritual, la comunicación entre los Qq.∙. Hh.∙.  es también una forma de trabajo. Las Ppl.∙. de Aar.∙., las Tten.∙. de Iinstr.∙., las conferencias esotéricas, los debates filosóficos y las sesiones abiertas a la sociedad son manifestaciones vivas de una Pal.∙. que quiere ser luz.

En Michoacán, muchas veces hemos hecho del uso de la Pal.∙. Mas.∙. un servicio cívico: participando en foros y medios de comunicación, difundiendo principios éticos y defendiendo los derechos humanos desde una perspectiva iniciática. Esto no es proselitismo, sino intentar generar coherencia entre el Templ.∙. Int.∙.  y la acción exterior.

 

El Mas.∙., por tanto, recibe Ppal.∙. las honra,  protege y multiplica con prudencia, discreción, moderación y templanza, hasta convertirlas en acción. La  Pal.∙., cuando es sagrada, exige integridad; cuando es de pase, exige preparación; cuando es en Ttrab.∙. reclama Frat.∙. y cuando es pública, exige ejemplaridad. En un mundo donde la mentira es moneda corriente, donde la demagogia sustituye a la verdad y el ruido apaga la reflexión, el Mas.∙. Esc.∙. contemporáneo está llamado a ser guardián de una Pal.∙. Ant.∙.: la del Verbo que edifica amorosa y vehementemente, la del Jur .∙. comprometido que no traiciona, la de la Sab.∙. que no se simula, no abusa ni se vende.

 

Así como el aprendiz recibe la  Pal.∙. de Pas .∙. cuando así se estila entregarla, tal y como se le anuncia la existencia de la  Pal.∙. Sagr.∙., también recibe el silencio como método y la humildad como guía.

La Pal.∙. Mas.∙. no es para dominar, sino para servir. Para guiar con cariño, compromiso vocacionado y a la vez, una discreta firmeza marcial a los Qq.∙. Hh.∙. que necesiten luz y nosotros debemos de elevar la vibración que emitimos en ondas sonoras hasta alcanzar las del espectro lumínico, o al menos así debemos de aspirar: a hablar Luz.

 

Por eso, en nuestro Rit.∙. se insiste tanto en la vigilancia sobre el lenguaje: que no se emplee para herir, para dividir o para exhibir vanidad. La lengua del Mas.∙. debe ser como el compás: precisa, justa, contenida, dando a cada quién lo que necesita y lo que merece escuchar, con la mejor vibración posible. En tiempos de decadencia del lenguaje, donde la Pal.∙. se degrada en propaganda o violencia verbal, el R.∙. E.∙. A.∙. y A.∙. nos ofrece una ética de la expresión basada en el silencio, el símbolo y el servicio. La Mas.∙. en Michoacán, fiel a su tradición escocesa y sostenida en las enseñanzas ancestrales mantiene viva la promesa de que el mundo puede reconstruirse con Ppal.∙. que iluminen, que curen, que guíen.

 

Así, en cada Log.∙. que se reúna bajo la bóveda celeste del Simb.∙. Esc.∙., la Pal.∙. sigue siendo lo que fue en el principio: la chispa generadora del G.∙. A.∙. D.∙. U.∙., la señal del pacto, el eco del Temp.∙. Int.∙. Y si el Apr.∙. trabaja con sinceridad, si afila su lengua con el esmero del cincel, si mide su voz con la regla de 24” del orden y de la verdad, entonces un día —en el tiempo justo— será digno de encontrar la Pal.∙. Perd.∙., no en libros ni en labios ajenos, sino en la Pied.∙. viva de su propio corazón.

 

De todas estas reflexiones abrevamos para conducirnos en el mundo Prof.∙., dándonos cuenta de que, en buena medida, el uso de la Pal.∙. manifiesta nuestra condición de esclavitud en la que hemos vivido y que, en muchas ocasiones perdemos la dignidad por el mal uso de esta poderosa llave; pero que, ahora, renacidos en el Esc.∙., podemos dedicarnos al estudio de la Verdad, libres de preocupaciones.

Cuidemos el uso de la Pal.∙. y dimensionémosla, porque cuando la comprometemos, cuando peroramos, cuando la usamos indebidamente, incurrimos en responsabilidades, que nos llevan a un estado de incongruencia, por ser el Verbo la argamasa entre el pensar, el hacer, el habituarnos, acostumbrarnos, aspirar y construir nuestro destino. Comuniquémonos, que la Verdad nos hará libres.

 

Y, no olvidemos que, hasta el 25 de agosto de 2025, E.∙. V.∙. próximo, estaremos interpelados por la retrogradación de Mercurio.

FRAT.∙.

“Labor Omnia Vincit”

Or.∙.  de Morelia, a 16 de julio  de 2025,  E.∙. V.∙.

 

 

 

M.∙.  Mas.∙.  MDP
¡Es Cuanto!

jueves, 3 de julio de 2025

Expresar la fe en el escocismo filosófico.

 

De todos los seres humanos que habitan el mundo, nuestro estado y nuestro municipio, somos una muy escasa minoría quienes nos hemos dado a la misión de vida que implica transitar la compleja, larga y trascendente escalera Mas.·. del R.·. E.·. A.·.  y A.·., incorporándola a nuestra existencia como una dimensión profunda por explorar, conocer, cuidar, alimentar y legar.

Tiempo, dinero, esfuerzo, miles de cuartillas leídas, costos de oportunidad, desvelos, confrontaciones, fracasos, sinsabores y una incontable cantidad de pruebas emocionales, morales, pasionales, físicas, intelectuales y espirituales a superarse son el precio que hay que pagar por haber osado incorporarnos a tan alta empresa, de frutos diminutos y furtivos, que nos normaliza a trabajar con determinación con el constante sabor a acíbar en el paladar.

Después de la iniciación Mas.·., acudiendo a las Tten.·., llegado el tiempo, con constancia, paciencia y habiendo cumplido con apego a los programas de Ttrab.·., es momento de aspirar a subir de Gr.·. Se sopesan la madurez del graduando, el cumplimiento a las encomiendas realizadas, se le examina y, si es pertinente, se aprueba su ceremonia del siguiente Gr.·.

Particularmente, a partir del Gr.·. 4°, en el escocismo masónico existen una serie de requisitos reglamentarios para construir una candidatura a recibir un Gr.·. superior. La gran mayoría de ellos son más bien cubiertos mediante el anexado de originales y copias de documentos curriculares, tanto profanos como masónicos, donde se explica la historia de vida, la carrera masónica y se comprueba la regularidad de los pasos dados dentro y fuera de la Mas.·., con firmas de pases, constancias y acreditaciones.

A todo ello, se le acompaña con la redacción de tres ensayos sumamente breves, denominados fes. En ellos, los Mmas.·. activos, entre el grado 3° y el 32°, cuando les es requerido, deben plasmar su fe política, religiosa y masónica.

En mi experiencia de 22 años ininterrumpidos en el Fil.·. Esc.·., habiendo conducido, evaluado y propuesto a decenas de Iil.·. Hh.·. a dar pasos en su carrera Mas.·., he encontrado que, en la gran mayoría de los casos, la redacción de las tres fes constituye el principal escollo para la debida integración de los expedientes.

Lamentablemente, en muchas ocasiones se ha caído en soslayo y falta de rigor en la redacción de las fes, lo cual ha permitido que haya personajes que hayan recibido Gr.·. tras Gr.·. sin contar con las competencias, vocación ni méritos Mmas.·. suficientes para ser merecedores a tales responsabilidades y honores. Se ha llegado al extremo que, delincuentes Pprof.·. y Mmas.·. se han encaramado y enquistado en las cúpulas Ffil.·. durante muchos años, ocasionándole perjuicios incalculables a la Or.·., denostando con su mal ejemplo la reputación de nuestro Rit.·. y alejando a personas honorables de la escalera iniciática.

Errar es humano. Empero, ambiciosos, hipócritas, concupiscentes, entregados a sus pasiones, a su egolatría se han encaramado. Además de ello, el daño que hacen ocupando cargos, formando camarillas, inventando chismes, llevando y trayendo comentarios con Hh.·. de Ggr.·. inferiores de lo que acontece y, entregados a su envidia y miserabilidad acaban convirtiéndose en cedazos vivientes para que personas más talentosas y virtuosas no pasen a ocupar Ggr.·. y responsabilidades superiores. Todo, por no haber probado su desarrollo filosófico, sensible, moral e intelectual, como se requiere desde el ajefismo.

Por ello, la redacción de las fes para recorrer la escalera iniciática del escocismo es muy importante para aspirantes y para la institución, por al menos las siguientes razones:

1.            A la Mas.·. Esc.·. le abona la salvaguarda de la pureza del R.·. E.·. A.·. y A.·.

2.            Los evaluadores de la escalera iniciática pueden conocer en un solo documento las competencias que posee un aspirante a continuar su carrera Mas.·.

3.            A los aspirantes les ayuda a clarificar sus ideas y a autoevaluarse respecto a la formación y capacidades que soportan su eventual aspiración de obtener Ggr.·. Ssup.·. Es un espacio exclusivo, íntimo y profundo para cristalizar de una buena vez los conceptos largamente vertidos, acuñados y analizados.

Como aprendimos desde el Seg.·. Gr.·., el amalgamamiento de razón e intuición, de desarrollo sensible e intelectual, de conocimiento y percepción, de juicio y de generosidad nos lleva a desarrollar la Gnosis.  La caridad es una virtud teologal, cuyo ejercicio nos permite alcanzar la fe. Su estudio, tanto teórico como práctico, puede realizarse en la literatura especializada, tanto Prof.·. como Mas.·., apoyándose de libros filosóficos serios y adogmáticos.

Depositar la fe en la Mas.·., en la política y en la religión no son acciones sencillas, toman un gran esfuerzo, tanto de organización de los conocimientos, experiencias y sabiduría adquiridas durante, al menos, esta existencia, así como de haber desarrollado virtudes que permitan evadir tanto los sofismas que extravían la razón como vicios, pasiones y ambiciones egoístas que limitan la aparición diáfana de la fe en el Il.·. H.·. que aspira a llamar la puerta de un Gr.·. Sup.·.

Para integrar las fes de un expediente para subir grados en el filosofismo, primeramente, se debe construir el concepto de fe. Para ello, se debe de tomar en cuenta la filosofía del máximo grado masónico que posea el solicitante, la literatura correspondiente y las enseñanzas cardinales del Gr.·., como son la P.·. S.·., la P.·. de P.·., la leyenda del Gr.·., la ceremonia de Exalt.·. y las Mmon.·. del Gr.·. y sus respectivos capítulos previos.

Se debe de considerar también, la importancia de acuñar un concepto propio de política, de religión y de masonería, para continuar adelante.

Una vez realizado lo anterior, se debe de integrar el concepto de fe política, fe masónica o fe religiosa, según sea el caso.

Una vez habiendo construido y declarado el concepto de fe política, masónica o religiosa, es momento de emplearlo para hacer un posicionamiento de libre y espontanea voluntad para que el redactor manifieste qué es en lo que él deposita su fe, respecto a los tres rubros mencionados, considerando la situación y el contexto actual. Es un documento que debe ser redactado en formato narrativo donde se aprecie el sentir, el pensar, la vocación y el horizonte que se plasma. La fe es una virtud y una emoción que debe percibirse mueve al aspirante hacia alcanzar ciertos ideales.

Es importante mencionar cuál es la aspiración trascendente que en él reside para poder alcanzar la exaltación a un grado superior, siempre en lenguaje masónico, donde se plasme su dominio de la liturgia, temario y ritual de los grados que ya posee.

Todos los aspectos anteriores y más aquellos que la comisión evaluadora determine pueden ser incorporados a una rúbrica en la cual se ponderen los aspectos, actitudes, conocimientos y desarrollo personal que tenga el aspirante, para dictaminar la procedencia de su solicitud.

Normalmente, entre una y dos cuartillas deben bastar para este ejercicio, entre unos tres mil y cuatro mil quinientos caracteres incluyendo espacios, para dar a conocer a los evaluadores, las luces y conocimientos que se poseen, el nivel de conciencia, la capacidad de síntesis, la originalidad y la integración del escocismo en su idiosincrasia, así como su aplicación, tanto en su vida cotidiana como en sus aspiraciones de trascendencia dentro de su periodo vital como al abandonar este plano existencial.

Por supuesto, es recomendable acompañar este ejercicio de integración de expediente con la entrevista personal, donde la sinceridad, los valores humanos, la consistencia del discurso y el desarrollo humano son sumamente difíciles de simularse.

Es importante el acompañamiento a los aspirantes que desean alcanzar un grado superior. Es un salto al vacío al cual no todos llegan en su mejor momento, ni tampoco lo superan de la mejor manera.

En retrospectiva, resulta sumamente común que los aspirantes plagien entre sí los textos de las fes, así como se apoyen en la escasa bibliografía que existe al respecto, transcribiendo o citando casi textualmente párrafos enteros de los autores de siempre. Ahora, con las herramientas digitales, si no elevamos la exigencia, el acompañamiento y el ejercicio del magisterio Mas.·., tendremos Mmas.·. de hojalata, de oropel, que harán quórum, pero que no tendrán corazón de iniciados, mucho menos una consciencia transformada.

Debemos anticiparnos a semejante flagelo que, genera el efecto contrario que el escocismo desea infundir en la conciencia crítica de los hombres libres y de buenas costumbres.

Más aún, para hacernos partícipes a todos los integrantes del proceso de selección y exaltación de los hermanos, ¿llegará el momento en el cual se circulen los expedientes y solicitudes de candidatos a ser exaltados entre las Llog.·. del mismo Gr.·., incluyendo las fes?

 

Esperemos que antes de la vigilancia extrema llegue el momento en el cual exista otro nivel de confianza mutua en el cual todos atendamos nuestras responsabilidades juramentadas sin simulación ni laxitud, comprometiéndonos en desarrollar a fondo cada Col.·. Gr.·. y cada encomienda que se nos asigne.

Es tiempo en el que debemos cocrear valor juntos, superando nuestras circunstancias y pasiones, colectivas e individuales para deleitarnos con las luces y conocimientos, tanto nuestras como de los aspirantes, quienes vendrán a ser el relevo generacional que hemos esperado durante tantos años. El tiempo de los Soldados de la Luz ha llegado.

Or.·. de Morelia, Michoacán de Ocampo, a 19 de febrero de 2025, E.·. V.·.

FRAT.∙.

“Labor Omnia Vincit”


 

 

M.∙.  Mas.∙.  MDP
¡Es Cuanto!

Ceremonia de Solsticio de Verano de 2025, E.∙. V.∙.

 

Cuarto Brindis: Por los Vv.∙. Hh.∙.  Vvig.∙.

 

En esta noche del solsticio de verano, cuando la luz alcanza su máximo esplendor antes de iniciar su descenso hacia las tinieblas del invierno, nos reunimos bajo la bóveda estrellada para honrar a quienes velan por el orden y la armonía de nuestros trabajos. Como las estrellas que navegan el firmamento en silencio eterno, así los Vv.∙. Hh.∙.  Vvig.∙. custodian nuestra obra con paciencia infinita.

El tiempo es una ilusión que se desvanece en el templo. Cada martillazo es un latido del corazón universal, cada ritual una respiración del cosmos. Y en esta danza perpetua de símbolos y gestos, los Vigilantes son los guardianes del ritmo sagrado.

I.                     Por el Primer Vigilante, custodio del mediodía.

Vigila en silencio

el sol de mediodía

guía tus pasos

 

Que tu mirada se alce hacia el cenit de la sabiduría, Hermano. Tu función primera es sostener la columna del sur, donde la luz meridiana ilumina los misterios del segundo grado. En tus manos reposa la disciplina que transforma al aprendiz en compañero.

 

II.                   Por el Segundo Vigilante, guardián del ocaso.

En el crepúsculo

tu lámpara permanece

faro de esperanza.

 

Vuestra vigilancia abraza el poniente, donde los misterios del primer grado cobran vida. sois el pastor de los neófitos, el que enciende la primera chispa en corazones sedientos de luz.

III.                 Por la observancia del ritual

Cada gesto cuenta,

en la precisión sagrada

florece lo eterno.

 

Así como Jano es un Dios bifronte y los San Juanes son dos anfitriones de las puertas solsticiales, así vosotros observáis las múltiples facetas del ceremonial. Cada movimiento ritual es una letra en el alfabeto divino.

IV.                Por el mantenimiento del orden.

Silencio fecundo,

en la calma se construye

el Templo interior.

 

El orden es armonía interior que se establece en el exterior. Como el Apr .∙. acepta su realidad y la transforma, el Vig .∙.  acepta la responsabilidad de mantener la paz que permite el crecimiento espiritual.

V.                  Por la instrucción de los aprendices.

Semilla en tierra, 

con paciencia el Maestro

ve nacer la flor.

 

Vuestras palabras son martillo y cincel que esculpen en la piedra bruta del alma humana. Cada enseñanza es un rayo de luz que dispersa las tinieblas de la ignorancia.

 

VI.                Por la guarda de los trabajos.

Centinela nocturno,

tu presencia es escudo 

contra el caos.

 

Los Ttrab .∙.  Mmas .∙.  son frágiles como cristal de lámpara votiva, preciosos como diamante tallado. Vuestra vigilancia los protege de la profanación y el descuido.

 

 

VII.               Por la transmisión iniciática.

Voces resonantes

entre Ccol .∙.  sagradas

encaminan la verdad.

 

Sois los heraldos del V .∙. M.∙., fieles voceros de sus instrucciones. Vuestras voces son puentes entre la autoridad y la obediencia fraterna.

VIII.             Por la disciplina fraternal.

Justicia serena, 

sin ira ni favoritismo 

equilibra el alma.

 

La disciplina que ejercéis no nace del poder sino del amor. Como el jardinero poda la rosa para que florezca más bella, así vosotros corregís para perfeccionar.

IX.                 Por la preparación de candidatos.

Puerta que se abre, 

al buscador sincero 

Luz le es concedida.

 

Cada Prof .∙.  que preparáis es un nuevo mundo que nace. Vuestra responsabilidad es inmensa: juzgar la sinceridad del corazón y la rectitud de la intención.

 

X.                   Por la preservación de los misterios:

Cofre sellado, 

guardas tesoros antiguos 

esperanza fraterna.

 

Los misterios que custodiáis son más antiguos que las pirámides, más profundos que el océano: los paradigmas iniciáticos. Sois los eslabones vivientes de una cadena dorada que se extiende desde la noche de los tiempos hasta la aurora del porvenir.

Vv .∙. Hh .∙.  Vvig .∙., en este solsticio donde la luz triunfa momentáneamente sobre las tinieblas, recordemos que nuestra Ord .∙.  es también un perpetuo solsticio espiritual. Cada Log .∙.  es un Sol en eterno cénit, cada corazón Mas .∙. un crisol que contienen la incandescencia de nuestra Inic .∙.

  La trascendencia se esconde bajo múltiples máscaras, nosotros trabajamos bajo graduados rituales, pero todos servimos a la misma verdad inmutable con serena dignidad. Aceptad vosotros el peso sagrado de vuestras responsabilidades y las bendiciones del G .∙. A .∙. D .∙. U .∙. se prodigarán sobre vuestros Ttrab .∙., sobre vuestro entendimiento y llenará vuestras manos para recompensar la noble tarea que habéis asumido.

¡Por los Vigilantes de nuestra R .∙.  L .∙.  S .∙.  Melchor Ocampo! ¡Por la luz que crece! ¡Por la perfección que buscamos en fraternidad!  Así sea, ahora y siempre. 

Por todo lo anterior, les solicito atentamente que nos pongamos de pie, que carguemos nuestros cañones con pólvora roja, que los alineemos y al unísono digamos: FUEGO.

¡Cumplidas vuestras órdenes, Venerable Maestro!

¡Es cuanto!

FRAT.∙.

“Labor Omnia Vincit”

Or.∙.  de Morelia, a 25 de junio de 2025,  E.∙. V.∙.

 

 

 

M.∙.  Mas.∙.  MDP
¡Es Cuanto!

Melchor Ocampo: Historia, Presente y Prospectiva.


Esta noche de júbilo y reflexión en la que cumplimos 104 años de la fundación de nuestra R.∙. L.∙. S.∙.  “Melchor Ocampo 38” No. 17 nos reunimos para encender, con la luz del pasado, la lámpara votiva del porvenir. Hoy, nos corresponde meditar sobre los ciclos eternos de la historia humana


Sí, aunque se han ido por sus vicios e imperfecciones, por voluntad propia, por menguar sus fuerzas o por haber sido llamados al Et .∙. Or .∙. , recordamos a quienes nos antecedieron con gratitud activa; porque supieron plantar una semilla en tierra convulsa y verla brotar en medio de tormentas.

 

Hoy, como en el Morelia posrevolucionario de 1921, la historia no nos da tregua. Y, sin embargo, como constructores conscientes de nuestros tiempos, no tememos a los nietzscheanos eternos retornos, sino que los analizamos, los simbolizamos y los trascendemos.

Hoy llegamos a este momento solemne, cuando la rueda del tiempo, ese gran maestro que revela verdades ocultas nos completa 104 revoluciones desde que nuestra Respetable Logia Simbólica Melchor Ocampo encendió por primera vez sus luces en esta tierra michoacana. Así, este miércoles de Luna Nueva en Cáncer contemplamos en fraternal comunión espiritual que, los desafíos del espíritu humano son inmutables, aunque cambien sus máscaras.

En 1921, México apenas sanaba de la Revolución. Los caudillos disputaban el país. En 2025, los liderazgos son distintos pero el conflicto continúa: ahora con palabras huecas, polarización y simulación.

Nuestro Rit.∙.  nos recuerda que la verdadera autoridad no se impone, ejemplariza. Que quien busca dominar no es digno de reinar. Que el liderazgo del maestro está en poner la muestra, no en hacer estridencia.

Entonces como ahora, pocos tenían mucho y muchos tenían nada. El campo michoacano estaba amortizado. Hoy agoniza de otro modo: por el abandono, la violencia y la migración forzada, lleno de minas explosivas, latifundios y en manos del narcotráfico. En contraste, aprendemos que la justicia Mas .∙.  no es sólo filosófica, sino concreta, operativa, vivible. Que el mandil nos compromete a intervenir hasta que el campo vuelva a prodigar sus frutos para todos.,

En 1921, miles morían de hambre y enfermedades curables. En 2025, mueren de miserias también curables; a manos de perversos flagelos viejos con nombres nuevos: marginación, burocracia, olvido, corrupción, violencias, explotación, desesperanza, depresión, ansiedad, locura y suicidio. La Lit .∙. nos exhorta a perfeccionar la P .∙. B .∙. y a combatir el egoísmo con obras silenciosas, así como a derrocar las tiranías.

Cuando nuestra R.∙. L.∙. S.∙.  “Melchor Ocampo 38” No. 17 nació, la educación era privilegio. 90 por ciento de los mexicanos eran analfabetas y justo se fundaba la SEP. Hoy, la escolaridad básica es obligatoria, pero el derecho a aprender sigue siendo negado con el discurso doblepensante del régimen que nos humilla con la inaccesibilidad de los verdaderos frutos de una buena educación.

El ideal es alto: la escuadra y el compás nos recuerdan que sólo educando se traza la Gran Obra, se materializa la Jerusalén Celeste. Sin pensamiento crítico, no hay libertad. Sin libertad, no hay masonería.

La posrevolución trajo bandidaje, rapiña y parasitismo. Hoy tenemos crimen organizado. Antes eran rifles; ahora son drones, cárteles, colusiones. En Log .∙.  aprendemos que, la espada flamígera no es venganza, sino discernimiento. Que el deber del masón es iluminar, construir y pacificar donde otros huyen en medio de la sangre.

En 1921, aunque teníamos una Constitución flamante, la ley era papel mojado. En 2025, también. La diferencia está en la sofisticación de la impunidad: cientos de reformas para incurrir en gatopardismo y someter a la democracia a un estado catatónico, capturando la soberanía que reside en la ciudadanía.

Y, sin embargo, lo oculto siempre será revelado. Nada permanece en la oscuridad para siempre. La justicia verdadera nace desde el escocismo y nosotros exhibimos la hipocresía, la ambición y la ignorancia, porque visibilizar haciendo luz es el primer paso para transformar nuestra realidad.

A principios del siglo XX, los masones discutían entre sí por obediencias, ritos, egos. Hoy, seguimos divididos. Algunos trabajan por el hombre; otros por el aplauso o por ostentarse vacuamente. Pero el R .∙.E .∙.A .∙. y A.∙. exhibe que, el único adversario real es el ego. Que el Templo es uno, aunque los caminos sean distintos. Que la verdad no tiene dueño, sino buscadores.

Antes fue entre escoceses y yorkinos; ahora, entre reformadores y conservadores, entre regularidad y reconocimiento. La mónita del Pr .∙. Gr .∙. exhibe que la Luz se despierta en el corazón del iniciado. Y que ningún grado es mayor si no produce humildad para aplicar lo aprendido en el servicio impersonal y devocional.

En 1921, la nación estaba fragmentada. En 2025, también: no por guerras abiertas, sino por la desconfianza, el individualismo, la deshumanización, la polarización provocada por un régimen que ahoga la fraternidad y la solidaridad humanas.  Nuestro deber es sanar, reconstruir, reconciliar. Destilémonos en uno mismo hasta ser un bálsamo social, familiar, político, espiritual e intelectual.

Después de una revolución burguesa que se veía infructuosa, en 1921 muchos pensaban que México estaba perdido. Hoy, algunos piensan lo mismo. Pero aquí estamos, 104 años después. Y eso no es casualidad. Es constancia. Por ello, en nuestra Log .∙. el deber no termina cuando se apagan las velas logiales a la Med .∙. en punto, sino que permanece inmanente en nuestro ideal iniciático, se alimenta de nuestras acciones en el mundo Prof .∙.; para resurgir cada miércoles, vivificándose cuando volvemos a encender, una a una, con voluntad, las luces de nuestra Ara.

104 años de vida nos deben representar constancia, discreción, fraternidad. Nuestra logia ha resistido gobiernos hostiles, tiempos de persecución, divisiones internas, catástrofes, y olvidos. Pero también ha producido hombres libres, pensamientos claros, y actos de profunda humanidad.

No hemos sido perfectos. Pero hemos sido fieles a nuestra Fe Mas .∙., intentando como dijo el prócer que es nuestro egregor: “ser hombres en todo”. Y eso, para el masón, vale más que el aplauso o la memoria.

Hagamos votos y esfuerzo sostenido para que nuestra querida R.∙. L.∙. S.∙.  “Melchor Ocampo 38” No. 17 siga existiendo por muchos siglos más, porque Morelia, Michoacán, México y la humanidad entera aún necesitan templos de pensamiento y talleres de conciencia.
Porque la historia es cíclica, pero la voluntad puede romper sus cadenas.

Honremos la memoria de quienes ya no están físicamente, pero con quienes hoy estrecharemos eslabones en este portal que abrimos con nuestros trabajos, por quienes hoy trabajamos y por quienes algún día llegarán a nuestro templo, buscando la luz.

¡Salud, Fuerza y Unión, por la Eternidad de nuestra Respetable Logia!

¡Cumplidas vuestras órdenes, Venerable Maestro!

¡Es cuanto!

FRAT.∙.

“Labor Omnia Vincit”

Or.∙.  de Morelia, a 25 de junio de 2025,  E.∙. V.∙.

 

 

 

 

M.∙.  Mas.∙.  MDP



¡Es Cuanto!

miércoles, 2 de julio de 2025

 

La vela recobra su curso.




Sé que llegué apagado

Mi vela se encenderá

La luz me es concedida

cera, pabilo y flama

Mi corazón se inflama


La piedra bruta clama ser pulida,

con golpe fiel de escuadra y de cincel.

Mi paso firme busca nueva vida,

por senda recta, ardiente como el sol.


Del templo oculto escucho la campana,

me guía el Arte Real en su compás.

Levanto en alto el alma soberana,

y en mí florece el numen de la paz.


Columna es fuerza, fe y perseverancia,

y el plomo mide el pulso de la ley.

Entre columnas nace la constancia,

y el laberinto encuentra su porqué.


En números y símbolos me anido,

de Hermes sigo el rastro sideral.

Hermano soy del mundo compartido,

donde la luz disipa todo mal.


Soy hijo del silencio y de la aurora,
mi vela arde en secreto sepulcral.


Es cuanto.