A.∙. L.∙. G.∙. D.∙. G.∙. A.∙. D.∙. U.∙.
R.∙. L.∙. S.∙.
“Melchor Ocampo 38” No. 17
Jurisd.∙. a la M.∙. R.∙. G.∙. L.∙. M.∙. “Lázaro Cárdenas” del R.∙. E.∙. A.∙.
y A.∙.
S.∙. F.∙. U.∙.
V.∙. M.∙.
Vv.∙. Hh.∙. Pr.∙., Vig.∙.
Vv.∙. Hh.∙.
Ppastm.∙.
Vv.∙. y
Qq.∙. Hh.∙. Vvisit.∙.
Qq.∙. Hh.∙.
Ttod.∙.
El Poder de la Palabra.
“Es
hablándonos y no matándonos como habremos de entendernos”
Melchor
Ocampo
(1814
– 1861)
En la
Mas.∙. del R.∙.E.∙.A.∙. y A.∙., en las Ppal.∙. reside una clave, una vibración
y una fuerza. Decir es crear y callar también es una forma de acción. En Michoacán, bajo la Jurisd.∙. de la
M.∙. R.∙. G.∙.
L.∙. M.∙. “Lázaro Cárdenas” y, bajo la influencia del
Supr.∙. Cons.∙. de México, la Pal.∙. sigue siendo considerada como una
herramienta de trabajo moral, espiritual y social.
Desde el
Pr.∙. Gr.∙., el Apr.∙. Mas.∙. es instruido en el arte de hablar con prudencia,
de callar con sabiduría y de escuchar con humildad.
La
iniciación Mas.∙. en el R.∙. E.∙. A.∙. y A.∙. comienza con un viaje simbólico
del silencio hacia la Pal.∙. El Apr.∙. entra en Log.∙. con los ojos vendados,
sin derecho aún a la voz, y sólo tras ser recibido puede pronunciar con sentido
la Pr.∙. Pal.∙. ritual.
Al
respecto, la Pal.∙. Sag.∙. es un símbolo al cual sólo el trabajo digno y
perseverante permite aproximarse a su sentido. Esto constituye una directriz
moral: la Pal.∙. no se posee, se merece y conforme uno se adentra en ella
comprendemos por qué en ella reside la fuerza del Apr.∙.
La
búsqueda de los sentidos últimos de la Pal.∙. Sagr.∙. constituye un propósito
teleológico de la Inic.∙. misma, la cual forma parte del núcleo doctrinal del
Esc.∙. Pensemos en la ignorancia en que nos encontramos al llegar a tocar a la
puerta, como la pérdida del conocimiento originario, de la comunión con lo
divino, de la unidad con la Verdad. El Apr.∙., por tanto, es un buscador de esa
Pal.∙.
Es
notable tomar en cuenta la inconmensurable valía de la Instr.∙. del silencio,
ya que se nos comparte de múltiples formas que, no todo debe ser dicho, y menos
por o para quien aún no ha aprendido a escuchar.
Esta
fórmula, tiene como propósito preparar al Inic.∙. para un uso consciente, ético
y transformador de la Pal.∙. En su estructura Simb.∙., el uso de la Pal.∙.
puede estratificarse en cuatro pisos: el de la Pal.∙. de Pas.∙., el de la
Pal.∙. Sagr.∙., el del uso de la Pal.∙. en Ttrab .∙. y el emplearla en el mundo
Prof.∙., cuatro casos que generan un invaluable testimonio externo de una
intención interna.
De la
Pal.∙., en general, sabemos que, su sola pronunciación no es suficiente; es
necesario comprenderla, encarnarla, actuarla.
Por su parte, la Pal.∙. Sagr.∙. no se entrega, sino se deletrea. La
Pal.∙. Sagr.∙. no debe pronunciarse
nunca fuera del recinto ritual, y aun dentro de él, sólo en la forma debida y
con los Qq.∙. Hh.∙. debidamente preparados. Esta regla de naturaleza esotérica
y disciplinaria señala que la Pal.∙. es poder, y por tanto, debe administrarse
con templanza.
En el
Simb.∙. del Gr.∙. de Apr.∙. la Pal.∙. Sagr.∙. no se posee, ni ha recuperado
aún; apenas es descriptiva: “en él la F.∙.”, lo que señala que, el Inic.∙.
apenas comienza su búsqueda, pero que tiene las condiciones para lograrlo. En
casos en los que se usa, la Pal.∙. de Pas.∙.
le permite el ingreso y la identificación, pero no le confiere aún
sabiduría. En cambio, el uso de la Pal.∙. en Ttrab.∙. Aab.∙. sí le impone un
deber: el de la moderación verbal.
Es muy
importante cuidar nuestras Ppal.∙., porque ellas son puentes o muros; cuando
estamos en cuadros blancos no hablemos sino para edificar; tu lengua será
martillo si no es cincel. Cuando estemos en cuadros negros, cuidemos con suma
meticulosidad usar las Ppal.∙. adecuadas para desbastar, para desfondar lo que
no sirve, lo que es aparente, vacuo o simulador, lo que se ha herrumbrado y
carece ahora de valor. La ética escocesa expresa con claridad que, la Pal.∙. no
es propiedad del Mas.∙., sino préstamo que debe devolver al mundo con interés
moral.
Hablar,
en el contexto Mas.∙., no es simplemente emitir sonido. Es ejecutar una
acción ritual. Por eso en el R.∙. E.∙. A.∙. A.∙. se insiste tanto en la
comunicación como forma de trabajo Inic.∙., como una llave de abrir portales a
la expansión de la conciencia a través de nuestra percepción.
Por ello,
en la Lit.∙., Los diálogos entre los Ddig.∙. y Oof.∙., las preguntas al
recipiendario, las lecturas de Instr.∙., las Ccad.∙. de Uu.∙. y lo que elevamos
en ellas, los Jjur.∙. y, en general, Constituciones, Estatutos y Llit.∙. están
cuidadosamente redactados y estructurados para que la Pal.∙. cree un espacio
sagrado y, en él, sea lámpara votiva.
No hay
improvisación: la Pal.∙. se cincela como una P.∙. B.∙. En este sentido, todo lo
que el Mas.∙. diga, dentro o fuera de la Log.∙., debe reflejar la luz que ha
recibido y, si es posible, crepitar por expandirla. La Pal.∙. pública del
Mas.∙. —ya sea en su vida profesional, familiar, de pareja, empresarial,
académica, en la función pública, mediática o en la acción cívica— debe
distinguirse por su verdad, su mesura y su carácter constructivo.
En la Ley
Penal Mas.∙. se considera falta grave la divulgación, deformación o profanación
de las Ppal.∙. Ssag.∙. o de Pas.∙., a la par que reseñan decenas de faltas y
delitos que se cometen mediante la Pal.∙. mal pronunciada. Estos principios
jurídicos refuerzan con evidencias contundentes el carácter sagrado de la
comunicación ritual, que no es meramente Simb.∙., sino también penal y
espiritual. De ahí que, quien habla sin sabiduría traiciona la Gran Obra; lo
cual constituye síntesis doctrinal del mal uso de la Pal.∙. en el Esc.∙.
Y la vida
profana nos recuerda lo que pasa con sus consecuencias; aprendemos mediante
empirismo lo que implica el uso imprudente, violento, agresivo, mentiroso,
fementido, simulador, intrigante, sarcástico, victimista, relativizador,
invalidante, patriarcal, misógino, abusivo, insultante y muchos otros atributos
más de la Pal.∙. cuando vibramos bajo. Las consecuencias pueden ser terribles:
ruptura de sociedades, amistades, Llog.∙., matrimonios, familias, equipos de
trabajo, cuerpos académicos, encarcelamientos y hasta la muerte misma llega por
una mala comunicación.
Ahora
bien, más allá del ritual, la comunicación entre los Qq.∙. Hh.∙. es también una forma de trabajo. Las Ppl.∙.
de Aar.∙., las Tten.∙. de Iinstr.∙., las conferencias esotéricas, los debates
filosóficos y las sesiones abiertas a la sociedad son manifestaciones vivas de
una Pal.∙. que quiere ser luz.
En
Michoacán, muchas veces hemos hecho del uso de la Pal.∙. Mas.∙. un servicio
cívico: participando en foros y medios de comunicación, difundiendo principios
éticos y defendiendo los derechos humanos desde una perspectiva iniciática.
Esto no es proselitismo, sino intentar generar coherencia entre el Templ.∙.
Int.∙. y la acción exterior.
El Mas.∙., por tanto, recibe Ppal.∙. las honra, protege y multiplica con
prudencia, discreción, moderación y templanza, hasta convertirlas en acción.
La Pal.∙., cuando es sagrada, exige
integridad; cuando es de pase, exige preparación; cuando es en Ttrab.∙. reclama
Frat.∙. y cuando es pública, exige ejemplaridad. En un mundo donde la mentira
es moneda corriente, donde la demagogia sustituye a la verdad y el ruido apaga
la reflexión, el Mas.∙. Esc.∙. contemporáneo está llamado a ser guardián de una
Pal.∙. Ant.∙.: la del Verbo que edifica amorosa y vehementemente, la del Jur
.∙. comprometido que no traiciona, la de la
Sab.∙. que no se simula, no abusa ni se vende.
Así como
el aprendiz recibe la Pal.∙. de Pas
.∙. cuando así se estila entregarla, tal y como
se le anuncia la existencia de la Pal.∙.
Sagr.∙., también recibe el silencio como método y la humildad como guía.
La Pal.∙.
Mas.∙. no es para dominar, sino para servir. Para guiar con cariño, compromiso
vocacionado y a la vez, una discreta firmeza marcial a los Qq.∙. Hh.∙. que
necesiten luz y nosotros debemos de elevar la vibración que emitimos en ondas
sonoras hasta alcanzar las del espectro lumínico, o al menos así debemos de
aspirar: a hablar Luz.
Por eso,
en nuestro Rit.∙. se insiste tanto en la vigilancia sobre el lenguaje: que no
se emplee para herir, para dividir o para exhibir vanidad. La lengua del Mas.∙. debe ser como el compás: precisa, justa, contenida, dando a cada quién lo que
necesita y lo que merece escuchar, con la mejor vibración posible. En tiempos
de decadencia del lenguaje, donde la Pal.∙. se degrada en propaganda o
violencia verbal, el R.∙. E.∙. A.∙. y A.∙. nos ofrece una ética de la expresión
basada en el silencio, el símbolo y el servicio. La Mas.∙. en Michoacán, fiel a
su tradición escocesa y sostenida en las enseñanzas ancestrales mantiene viva
la promesa de que el mundo puede reconstruirse con Ppal.∙. que iluminen, que
curen, que guíen.
Así, en
cada Log.∙. que se reúna bajo la bóveda celeste del Simb.∙. Esc.∙., la Pal.∙.
sigue siendo lo que fue en el principio: la chispa generadora del G.∙. A.∙.
D.∙. U.∙., la señal del pacto, el eco del Temp.∙. Int.∙. Y si el Apr.∙. trabaja
con sinceridad, si afila su lengua con el esmero del cincel, si mide su voz con
la regla de 24” del orden y de la verdad, entonces un día —en el tiempo justo—
será digno de encontrar la Pal.∙. Perd.∙., no en libros ni en labios ajenos,
sino en la Pied.∙. viva de su propio corazón.
De todas
estas reflexiones abrevamos para conducirnos en el mundo Prof.∙., dándonos
cuenta de que, en buena medida, el uso de la Pal.∙. manifiesta nuestra
condición de esclavitud en la que hemos vivido y que, en muchas ocasiones
perdemos la dignidad por el mal uso de esta poderosa llave; pero que, ahora,
renacidos en el Esc.∙., podemos dedicarnos al estudio de la Verdad, libres de
preocupaciones.
Cuidemos
el uso de la Pal.∙. y dimensionémosla, porque cuando la comprometemos, cuando
peroramos, cuando la usamos indebidamente, incurrimos en responsabilidades, que
nos llevan a un estado de incongruencia, por ser el Verbo la argamasa entre el
pensar, el hacer, el habituarnos, acostumbrarnos, aspirar y construir nuestro
destino. Comuniquémonos, que la Verdad nos hará libres.
Y, no
olvidemos que, hasta el 25 de agosto de 2025, E.∙. V.∙. próximo, estaremos
interpelados por la retrogradación de Mercurio.
FRAT.∙.
“Labor Omnia Vincit”
M.∙. Mas.∙. MDP
¡Es Cuanto!